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La ortiga es una maravilla verde. Si tuviéramos que elegir una hierba entre todas las que existen, sería la ortiga. Esta planta tiene tantas propiedades que es dificil resumirlas todas aquí. En esta entrada hablaremos de tres características de la ortiga. En próximas entradas del blog te seguiremos contando más sobre sus propiedades.
Tonificante y nutritiva
Nutritiva por sus muchos minerales, proteínas, vitaminas y clorofila, se puede decir que la ortiga es un vegetal completo. Los diversos y variados minerales que tiene la ortiga son esenciales para un buen funcionamiento del sistema nervioso y muscular. En caso de calambres musculares y de espasmos en los párpados, la infusión de ortiga puede ayudarnos mucho.
Cuando no sabes bien qué hierbas usar, si estás pasando por un período de fatiga o de deficiencias nutricionales, elije la ortiga. Por su gran versatilidad, puede contribuir al correcto funcionamiento de los riñones, el hígado, el tracto digestivo y el metabolismo en general. Ten en cuenta eso sí, que una infusión ocasional de ortiga no será suficiente para recargar las pilas. Tomará unos diez días para suplir tus carencias nutricionales. Repite el tratamiento regularmente cuando sientas que las pilas se te están descargando nuevamente.
Un super alimento
Las hojas de ortiga son ricas en proteínas, vitaminas, minerales y oligoelementos. Las proteínas representan el 30% de la masa seca. El contenido de proteína de las hojas cubre nuestras necesidades de aminoácidos esenciales. El contenido de las sustancias minerales es aproximadamente el 20% de la masa seca.
Esta riqueza en nutrientes le da a la ortiga propiedades nutritivas pero también farmacológicas. Los oligoelementos y las vitaminas fortalecen el sistema inmunitario. La presencia simultánea en la ortiga de vitaminas B1, C, E, hierro, zinc, selenio y manganeso contribuye a sus cualidades antioxidantes.
Facilita el proceso digestivo
Su riqueza en vitaminas y minerales ayuda a la reconstrucción de la mucosa digestiva, que es importante cuando hay úlceras o inflamaciones, ya que un intestino inflamado no puede absorber bien los nutrientes. Por su parte, la clorofila ayuda a equilibrar la flora intestinal. Una flora intestinal equilibrada es muy necesaria para una buena absorción de nutrientes. Además, la clorofila promueve un mejor funcionamiento del hígado al protegerlo contra diversas agresiones.
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